Parecidos, Pero Tan Distintos

YO OPINO
Finalizado el partido frente a México, quedan muchos elementos para el análisis. No fue precisamente un buen partido de la Selección, se ganó porque en el fútbol lo hace quien más goles realiza, pero en el juego dejó muchas inquietudes que, frente a un rival como Alemania, pueden ser definitorias.

El partido con México
En la primer etapa, el trámite del partido fue sumamente parejo. Argentina pretendía ser la misma que venía siendo durante el presente Mundial. México sabía que existían dos posibilidades, noquear o ser noqueados. Es precisamente el vértigo lo que define el camino trazado por la Argentina hasta aquí, justamente ese imprimir velocidad y contundencia arriba, combinado con imprecisiones y dudas atrás, describen el andar del combinado albiceleste. México, equipo inteligente, rápido y agresivo, entendió perfectamente cual era la estrategia que debía seguir, y era justamente la de profundizar esas debilidades argentinas y buscar, de alguna manera, minimizar el poder de fuego del conjunto sudamericano.

El conjunto verde no tuvo éxito, el primer gol llegó gracias a un error escandaloso de la terna arbitral, convalidando un gol de Tévez que estaba en una clara posición adelantada. Después de este hecho, México se dispersó y comenzó a confundirse en su estrategia, cedió un poco el control del balón y Argentina empezó a demostrar algo de lo que ya venía ofreciendo, vértigo, aceleración y un liviano control de pelota. El segundo gol llegó gracias a una equivocación imperdonable del número cinco mexicano que, intentando pisar la pelota y salir por el lateral derecho, patea el esférico hacia el centro y se la deja servida a Higuaín que, ni lerdo ni perezoso, se la pisa al arquero y la manda a guardar.

Comenzada la segunda parte, la Selección parecía retomar la iniciativa, y es justamente en este lapso dónde Carlos Tévez, gracias a un rebote en un jugador verde, mira el arco y la clava desde afuera del área, en el ángulo izquierdo del “Conejo” Pérez. Parecía asunto terminado, pero no, México retomó el control de la pelota y comenzó a ser más incisivo, más agresivo. Fueron los peores minutos de Argentina en el Mundial, demostrando que, sin la posesión, sufre y mucho. Sufre porque tiene una defensa a medio construir y un medio campo que no está hecho para recuperar y controlar la pelota, sino para darle aceleración y agresividad al ataque. Argentina evidencia claras falencias cuando no posee el control del balón, México es un equipo rápido y dinámico que, durante varios fragmentos del segundo tiempo, supo poner en tela de juicio el resultado final del encuentro (en mayor medida cuando consiguió el descuento), pero, sobre todo, dejó planteadas una infinidad de inquietudes para la hora de enfrentar a una contundente Alemania (4-1 a Inglaterra).

El equipo más parecido
A mi modo de ver, Alemania es el equipo que más se le parece a la Selección Argentina, tanto en lo táctico como en lo estratégico, pero además, Alemania tiene ejecutantes de equivalente jerarquía a los del conjunto nacional.

Alemania tiene una defensa endeble, en gran medida debido a la propuesta ofensiva que ofrece, similar a lo que sucede con Argentina. Los funcionamientos de ambas defensas pueden considerarse semejantes, muchas incertidumbres y una gran desprotección por parte de las líneas medias y de ataque. Es en este lugar de la cancha (la defensa) dónde está la principal duda individual en el conjunto argentino, Demichelis es el hombre de la Selección más flojo del Mundial y claro candidato a ser reemplazado por Samuel, cuando se reintegre a los once titulares.

En el mediocampo es en dónde radican las principales diferencias de los dos equipos. Argentina juega con un cinco tapón como Mascherano. Alemania plantea un doble cinco con Khedira y Schweinsteiger, este último suele soltarse a la hora de atacar. Por los costados, Alemania ataca con Müller (20 años y 3 goles) por derecha y Podolski por izquierda. Argentina a la hora de ir por los laterales, lo hace con Di María en la izquierda y Maxi por la derecha (ambos de muy bajo rendimiento contra México).

A la hora de crear, Alemania deposita sus expectativas en el buen genio de Mesut Özil (21 años), una de las revelaciones del Mundial. Argentina, depende mucho del nivel que muestre el mejor jugador del mundo, Lionel Messi que, frente a México (acusó un bajo nivel), demostró que necesita del acompañamiento que tuvo en los tres anteriores partidos (Nigeria, Corea del Sur y Grecia).


Arriba, Argentina juega con dos puntas (Higuaín y un poco más retrasado, Tévez), hasta ahora. Existe la gran posibilidad de copiar el estilo planteado en el último amistoso frente a esta misma Alemania (4-4-2, exitoso en aquel encuentro), confío que Maradona siga intentando jugar con la propuesta que expuso en esta Copa del Mundo (4-3-3). En cambio, Alemania en su ofensiva juega con el legendario Miroslav Klose en soledad, pero bien acompañado por los volantes ofensivos que se proyectan al ataque.

Puede decirse, a modo de diferencias, que Argentina tiene más peso individual y que Alemania presenta un mejor funcionamiento colectivo (sobre todo en ataque y mediocampo). No son diferencias contundentes pero, según como se de el partido, tanto el peso individual como el funcionamiento colectivo, pueden inclinar la balanza para un lado o para el otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario